Un día brotaron de sus labios estas palabras: “NO PUEDO YO HACER NADA POR MI MISMO; según OIGO, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco MI VOLUNTAD, sino LA VOLUNTAD DEL QUE ME ENVIO, LA DEL PADRE”
Si YO DOY TESTIMONIO acerca de MI MISMO, mi testimonio no es verdadero.
OTRO ES el que da testimonio acerca de mi, y se que el testimonio que da acerca de mi es verdadero.
Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y el dio testimonio de la verdad.
Pero yo NO RECIBO testimonio de hombre alguno…” -S. Juan 5:30-34)
Jesús no necesitaba el aval de hombre alguno y no tenia necesidad del crédito de las palabras que sus contemporáneos podían ofrecerle, como garantía de saber en si mismo QUIEN ERA EL. Nada le perturbaba, “OTRO ES EL QUE DA TESTIMONIO DE MI!” era su apoyo y su “espalda fuerte,” para encuadrar su “identificación” personal dentro de los parámetros divinos.
Su postura sobresalía en tal sentido -como en todos!-, y esto bastaba para confrontar al mundo que le rodeaba en ese entonces. Era imposible que la mera “opinión humana” hiciera mella en su escala de valores. De ahí podemos tomar ejemplo para la realidad de nuestros días, consubstanciándonos con su identificación total con el Padre, para así evitar la sutil tentación carnal -y satánica también-, de “agraciarnos con el sistema”, para llegar con nuestro mensaje cristiano en el día de hoy. Representamos al mismo Dios que exponía Jesucristo, por ende, tendremos QUIEN “TESTIFIQUE” POR NOSOTROS. Este Dios es único por su excelencia!
Más que defensores de la verdad nos es menester “endurecer el rostro” y confrontar al mundo con el solo apoyo de Dios. La verdad necesita ser “encarnada” en nuestro corazón y expuesta sin tapujos, ni adornos de “joyeles baratos” para que resulte “agradable” al sentir de la gente, sino con la naturalidad implícita dentro de ella. Isaías 42:2 dice al respecto: “No gritara, ni alzara su voz, ni la hará oír en las calles.” Sencillito…
La verdad es opuesta a la mayoría de las opiniones del hombre. No tiene muchos “encantos” que digamos. Isaías 53:2 reza “…le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.”
La verdad no comunica con la “carne” ni exalta la virtud humana, ni exacerba la egolatría de la “autoestima,” tan de moda en estos días. La verdad es absoluta, no precisa ingrediente alguno pues no esta en “vías de desarrollo”, ni se “menoscaba” ante el poderoso, ni se “dobla” ante la opulencia, ni “abarata” costos con tal que alguno la compre a vil precio. Cuando esta premisa me absorba por completo, solo gravitare en sus propias fuerzas! Ef.6:10-
En Salmo 84:5-7, nos dice la Palabra: “Bienaventurado el hombre que tiene EN TI SUS FUERZAS, en cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lagrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia llene los estanques (de su corazón). Irán DE PODER EN PODER; VERAN A DIOS EN SION”
El apóstol Pablo escribía: “YO SE EN QUIEN HE CREIDO”! Tenia dentro suyo tal convicción que esta le extasiaba en demasía, como abrumándonos con su fe!
Jesús nos explico: “Y esta es la vida eterna: QUE TE CONOZCAN A TI, el único Dios verdadero, Y A JESUCRISTO, a quien has enviado” -Juan 17:3-
Y en esto necesitamos “revelación”: “…y a aquel a quien el Hijo lo quiera REVELAR” -Mt.11:27-; Gal. 1:16-
Esto debe darnos conciencia y nuestro espíritu debe abrirse, de par en par, cual una bella flor a los rallos del sol ( nuestro SOL DE JUSTICIA”!!!). Ser permeados por Dios y dejarnos llevar por sus poderosos brazos! Dejar que El nos asuma por completo en SI MISMO hasta que seamos UNO CON EL, cumpliéndose de esta manera la oración de Jesús: “…que también ellos sean UNO en nosotros…”- S. Juan 17:21- El que se une al Señor UN ESPIRIU es con el! 1º Cor. 6:17.
Esta es nuestra gloria, -verso 22 dice: “la gloria que me diste (¿cual?), yo les he dado (¿Cuál?)
para que sean UNO, así como nosotros SOMOS UNO”.
Vs. 23: “yo en ellos, y tu en mi, para que sean perfectos en unidad”.
La “gloria de Jesús” recibida del Padre era la fusión de su persona EN UNA. “Y estos tres son uno. Así reza 1º Juan 5:7: “Por que tres son los que dan testimonios en el cielo: EL PADRE, EL VERBO Y EL ESPIRITUSANTO; Y ESTOS TRES SON UNO”. “ Yo y el padre SOMOS UNO” -Jn.10:30-
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No me importa tanto el llegar a comprenderlo todo, pero lo creo. El justo vivirá por LA FE!
Y a través de ella asciendo al conocimiento del Padre, y de Jesucristo… por el poder del Espíritu Santo. “Recibiréis poder -dijo Jesús- cuando venga sobre vos…el Esp. Santo”…
-Hechos 1:8-, “…y me seréis TESTIGOS”.
“Tomará de lo mío y os lo hará saber (conocimiento revelado progresivo); “a la medida de la estatua de la plenitud de Cristo”- Ef. 4:13-, nuestro futuro en El!
Me pregunto: ¿tiene “medida” Cristo? ¿Cuales? ¿Tendrá en contorno que lo demarque?
¿Habrá una línea que nos exprese: “hasta aquí podemos llegar”? ¿Cómo imaginar lo inescrutable?- Pablo decía: “… me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las “inescrutables” riquezas de Cristo”- Ef. 3:8-
Y hablando de Dios Padre, dijo con admiración lo siguiente, Romanos 11:33: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuan insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos”
Deseas recrearte en Jesucristo? Te invito a leer con atención Proverbios cap. 8, examinando cuidadosamente cada texto de esta escritura.
Sin olvidar que…”Dios mira a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a su palabra” -Is. 66:2-
Jesús dijo que “al conocer la verdad -conocerle a El-, esta nos haría libres”-Jn. 8:32-; cuando ella se nos instala por dentro comienza un proceso de purificación, el cual es el propósito de Dios en llevarnos del pecado a la santidad. Esto requiere nuestra participación conciente y una docilidad constante a los dictados del Espíritu Santo, porque, según el grado de mi obediencia, esta marcara el grado de crecimiento para “ir edificándome en amor -Ef.4:16-.
En una oportunidad le pregunte al Señor (dialogando en oración con El); Señor: Hasta donde puedo ejercer “Tu Autoridad”?, he inmediatamente vino esto a mi corazón:” TANTO COMO ME OBEDEZCAS”!
En los procesos da cambio La Verdad requiere mi participación porque ella ha de vaciarme de mi mismo…hasta el punto en que solo Jesús se vea en mi. (A no desmayar que para Dios es posible!).
Aquí ya no hay “sueños”, “visiones”, ni “ambiciones que contemplar”. En la voluntad del Padre de conformarme a su imagen y semejanza (la imagen de su Hijo)-Rom.8:29-, ya no caben mas las pretensiones humanas ni aditamento alguno de “fabricación casera” que valga. Según 2º de Cor. 5:17 “todas las cosas son hechas NUEVAS”
El Espíritu Santo es el encargado de revelarme a Jesús y mi responsabilidad es aceptar la verdad revelada, permitiendo ella desaloje de mi interior todo lo que signifique una contrariedad a Cristo, a su carácter y a su palabra.; “como el es, así somos nosotros en este mundo” ha de ser un desafió constante que me aguijonee y marque cuales son las áreas que deben ser corregidas, que espacio debe ser llenado con el y que debe morir en mi, para que el viva en mi! -Gal.2:20-
Decía Pablo: “Digo, pues: andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es CONTRA el Espíritu, y el del Espíritu es CONTRA la carne; y estos SE OPONEN entre si, para que no hagáis lo que quisiereis”
“Haced MORIR, pues, lo terrenal en vosotros…”-Col.3:5-
Tenemos casi por costumbre evangélica considerar “la carne” como aquellas áreas donde el pecado se muestra más grosero y visible que en otras, tal es así que nos ponemos puntillosos en mostrarnos con una imagen externa que raras veces corresponde con lo que verdaderamente somos por dentro. Quien no rinde por completo su corazón a la verdad, terminara por ser un hipócrita; muy por el contrario, quien se abre no tendrá porque ocultar sus errores o fracasos, porque un corazón dispuesto -Sal. 108:1- es lo que Dios necesita para trabajar en el!
David decía: “Crea en mi, Ho Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mi” -Sal. 51:10-.
Quien se cierra a los tratos de Dios buscara tomar “atajos” para correr “su carrera”…pero, lamentablemente, no llegara a buen puerto. Solo la verdad nos hace libres y, en las áreas carnales que deben sufrir “muerte”, están también encuadradas aquellas partes de mi personalidad que mas estimo y que mas acaricio: mi propio “yo”!; porque de este fluyen a raudales “ideas” que luego serán proyectos, “visiones” que luego serán emprendimientos, que no son otra cosa que mis desobediencias disfrazadas, camufladas, bajo un “manto de piedad” -2º Tim.3:5-. Será mi “yo, con algún “disfraz” de Cristo, el que manipule las acciones a tomar y no precisamente la “voluntad de Dios”!
Escrito esta: “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” -Stgo. 4:6.
Mía “pasiones personales” no llevadas a la cruz, pero encendidas con el fuego del entusiasmo espiritual, han de ser entonces “el motor” que impulsara la “nave de mis desvaríos” ministeriales, etc., etc. Los “vientos” de la competencia, del orgullo, me harán insensibles a la voz de Dios, y entonces…
“El obedecer es mejor que los sacrificios”, y el rey Saúl pago un muy duro precio por desoír la orden de Dios. Tengamos cuidado. La palabra nos amonesta
y es para meditar y “sacar cuentas primero”, no vaya a ser cosa que……….
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Que dilema la vida del hombre: tocado por Dios en maneras extraordinarias, rescatado de las mismas fauces del infierno, y volver a empecinarse y pretender “salirse con las suyas” en este proceso del barro a la Gloria! No responder con solicitud a aquel que tiene el poder para darle eternidad, por la que clama su corazón cada mañana, y rendirse en sus amorosos brazos!
Amado lector: “Dios nos ha hablado por su Hijo” -Heb. 1:2-, solo nos resta escucharle y obedecerle. La palabra nos recalca: “Si oyereis HOY SU VOZ, no endurezcáis vuestros corazones” -Heb.4:7-
Si eres parte de “sus escogidos”, ten por seguro que el Espíritu Santo te “perseguirá” por todos los rincones. El se encargara de “ponerte palos en las ruedas” de tus caprichos y de los designios de tu voluntad particular. Te estrellaras contra las rocas de la adversidad hasta que te rindas!. Literalmente “aniquilara” todas tus pretensiones” de manejarte a tu manera, de arreglarte por tu cuenta, aunque seas muy bien intencionado. El te quiere a ti, te “anhela celosamente” -Stg.4:5-, y te vaciara, poco a poco, de ti mismo, aun de “cosas que considerabas buenas” según tu opinión, solo para formar en ti, y expresar a través tuyo, a JESUCRISTO, nada mas que a JESUCRISTO!
Esta es la VOLUNTAD MAYOR DEL PADRE PARA NOSOTROS, Y EL LO HARA! Porque “AQUEL que comenzó la buena obra, la PERFECCIONARA hasta el día de JESUCRISTO” -Ef. 1:6- GLORIA, ENTONCES, A DIOS!!!
Bendiciones!
Carlos
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