jueves, 25 de agosto de 2011

Profetas, oficiales o funcionales


PROFETAS OFICIALES O FUNCIONALES
Por
 Michael Clark y George Davis
_____________________________
El Diccionario define la palabra “oficial” como:
De o relativo a una oficina o puesto de autoridad.
Autorizado por una autoridad legal; autoritativo.
Tener una oficina pública o servir en una capacidad pública.
Hay un gran revuelo en algunos círculos cristianos con respecto a la supuesta restauración de nuevo del “Oficio” de profeta a la iglesia. (Usamos la palabra “oficio” en citas porque no se encuentra en el texto original del Nuevo Testamento cuando se refiere a dones ministeriales). Esto ha resultado en foros tras foros dedicados a la recuperación de este oficio. Hay una enseñanza sobre el asunto en reuniones y conferencias proféticas a través de todo el mundo, que trae a los quisiera-ser-profeta en manadas. Muchos son sinceros y buscan la voluntad de Dios en sus vidas, pero hay muchos que están buscando reconocimiento y aprobación por los así-llamados profetas “oficiales” o “reconocidos”.
Si usted mira a los profetas en las escrituras, se dará cuenta que la ambición de ser aceptados o aprobados por los hombres es ajeno al llamado de un verdadero profeta. Aceptación y aprobación por las autoridades de sus días abundaba solo para los falsos profetas. El caso más vívido es la corte de Acab y Jezabel. Ellos tenían 850 falsos profetas y perseguían a los verdaderos profetas de Dios incluyendo a Elías.
Hay muchos que buscan su propia gloria en los círculos proféticos hoy en día, hablando palabras que satisfacen los oídos con comezón de oír. Parece haber un “club de buenos muchachos” que estos profetas usan para promocionarse unos a otros. Considere las palabras de Jesús:
“Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero… Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. (Jn. 5:31,34)

El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia. (Jn 7:18)
Un profeta marcha por un tambor diferente. Un verdadero profeta no está preocupado con su imagen, ni si cuán bien es recibido. Es Dios el que tiene en cuenta al pueblo por recibir al mensajero y al mensaje. El profeta solo se concentra en hablar y escribir el mensaje que Dios le ha dado para entregar. Dios pone a estos hombres a través de lo que sea necesario para endurecerlos ante la inevitable oposición que ellos van a enfrentar. Dios solo tiene un deseo para ellos, que hablen Su palabra - sin cambiar una palabra del mensaje - a aquellos en el error y en problemas. Ellos nunca deben alterar Sus palabras para que sean recibidas y aceptadas por el oyente. Ellos nunca deben usar su don para ganancias financieras o terrenales. ¿Recuerda lo que le pasó a Giezi?
Ahora, con respecto a la idea de “oficio” de profeta o del “profeta oficial”: Los verdaderos profetas no se encontraban comiendo en las cortes de los reyes. No andaban con la aristocracia. Si terminaban ante un rey; generalmente eran asesinados o encarcelados. Sus oídos no andaban escudriñando a las multitudes por aplausos o aprobación, ajustando su entrega hasta que obtuvieran la aprobación de ellos. No, sus oídos estaban dirigidos hacia los cielos. Buscaban la aprobación de Dios, no del hombre. Estos hombres eran tan comúnmente rechazados que Jesús le preguntó a los fariseos: “¿A cuáles de los profetas no mataron vuestros padres?” Parece que pocos profetas fueron aprobados y no asesinados. Generalmente solo los profetas muertos eran aceptados y sus tumbas fueron decoradas.
Usted no puede determinar si una persona está hablando la verdad por ver si el mensaje está de acuerdo con el consenso del pensamiento popular. Muy a menudo esos que vienen hablando la verdad están fuera de sincronización con lo que corrientemente es tenido por querido por la mayoría. Esto es cierto en el mundo y en muchos casos, es cierto en la iglesia hoy en día. Esté preparado para ir contra la corriente a muchas creencias que están corrientemente siendo enseñadas en los círculos cristianos si usted quiere ser un profeta de Dios. Como Soren Kierkegaard observo en su libro Pureza de Corazón:
“Porque muchos necios no hacen un hombre sabio, y la multitud es una dudosa recomendación para la causa. Sí, cuanto más grande la multitud, mas probable que lo que alaben sea necio, y más improbable es que allí no haya ninguna verdad, y mucho más improbable que todo es que haya alguna verdad eterna.”
Hay una gran diferencia entre un profeta funcional y un profeta oficial. En algún lugar del camino desde la iglesia primitiva hasta hoy, se nos ha vendido la idea que solo aquellos que son aprobados por las estructuras eclesiásticas del hombre, son “oficiales”. Ellos son aprobados con la más alta calificación (AAA), garantizados a ser predecibles, manejables, y no van a avergonzar a nadie o ir en contra del poder de la estructura del hombre. ¡Cómo odian los hombres religiosos lo impredecible y lo inmanejable! ¿No dijo Jesús que aquellos que se mueven en el Espíritu son como el viento! Eso es impredecible e inmanejable por meros hombres.
¡Creemos que Dios está restaurando al profeta funcional de vuelta en Su iglesia! Por otro lado, los profetas oficiales pre-aprobados que se reúnen alrededor de los eclesiásticos que gobiernan sobre la iglesia, son como muchos de los adivinos sentados en la corte del rey esperando traer una palabra que afirme el estatus quo. Que Dios restaure a la tierra aquellos que, sin preocuparse por su propio bienestar, osan llamar al pueblo de Dios al arrepentimiento y a un corazón correcto y hablan sobre lo que está fuera de orden en la Iglesia de hoy.
Sí Padre, restaura esta especie en extinción, el verdadero profeta, de nuevo a la tierra una vez más. No dejes que el espíritu del Gran Falso Profeta tenga la última palabra. Trae a aquellos que lloran y se lamentan debido al estado caído de tu Iglesia. Amen.

martes, 23 de agosto de 2011

¿Bendecido?


¿BENDECIDO?

-parte 1-
…………………………………………………………………………………………….

“Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer dia.
Entonces Pedro, tomándole aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.
Pero el, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mi, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo, y tome su cruz, y sígame.
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mi, la hallara.”
(Mateo 16:21-25)
……………………………………………………………………………………………

“¿Cómo le va, hermano/a?”
“¡BENDECIDO/A!”, exclama, como apuntalando su respuesta con un énfasis que supera toda posible duda y que, a la vez, trata de justificar su creencia, ejemplificando así una postura digna de imitar por aquellos que siguen al Maestro. Como si Dios mismo estuviera aplaudiendo actitudes de esta naturaleza, y muy contento por la respuesta de sus hijos en retribuirle el “bienestar” otorgado sobre esta tierra -tan llena de dolor y miseria-, y de esta manera, ayudándonos a resolver los problemas de la vida y dándonos una “estadía” cómoda y placentera…
Sin pretender desmerecer la verdad suprema que indica que Dios realmente BENDICE  a sus hijos, pretendo profundizar en los conceptos hacia donde TODA LA VERDAD señala, refiriéndome, principalmente, a las palabras de Jesús y a los énfasis que el pusiera sobre algunas de ellas, remarcando así su importancia, como para que tengamos también una apreciación clara de la palabra “bendecido” y, entonces, una aplicación echa con mas coherencia sobre nuestras vidas cristianas.
Existe una generalización un poco “barata” para el rol que nos compete como seguidores de Cristo, y es la simpleza de creer que solo cuando “estamos bien” -visto esto desde una óptica meramente humana y con cierta dosis de exitismo- es cuando estamos “bendecidos”.
Es que una inconciencia, casi generalizada, se ha instalado entre las filas del cristianismo, patrocinada esta por Satanás mismo, y por aquellos ministros “tibios” que, de esta manera, esconden la revelación divina -en sus áreas mas ásperas y duras para nuestro “ego”- bajo un manto de frivolidad, con la quimérica idea de que, popularizando el evangelio, este ha de volverse aceptable al sistema del mundo. No es de extrañar, entonces, los creyentes adopten modas y costumbres livianas que los motivan a llamarse “bendecidos” ante el menor atisbo de bienestar, aun cuando existe la posibilidad de que, si les tomara la muerte imprevistamente, se vayan de cabeza al infierno. (Ver Mateo 23:15)
¡Buscamos mas la aprobación del hombre, de quienes nos rodean, que la de Dios!, Cambiamos la cruz por el “status” humano y exponemos -y “vendemos”- una verdad fragmentada; pretendiendo ser los portadores de un fiel reflejo de Dios, le hemos convertido en una caricatura, y, en una de esas, el Cristo que decimos representar…¡ni nos conoce! (Mateo 7:21-23)
No olvidemos que Jesús nos alertaba sobre la venida de “falsos Cristos”, y creo esto implica a “Cristos” mal representados y, o también, imitaciones burdas de su persona, falsas exposiciones de un Cristo que difiere de lo real. (Analizar Mateo 24:24)
Seguir al verdadero Cristo conlleva sufrimiento, y esto solo ha de ser “regulado” por la soberana voluntad de Dios en nuestras vidas. La cruz no ofrece “garantías” de un “buen pasar” sobre esta tierra bajo maldición. Jesús jamás pretendió condicionar las demandas de esta sobre su vida ni en la de sus seguidores. ¡No nos engaño...y todo lo que dijo tiene una vigencia impresionante, hoy, y siempre! -Heb. 13:8-
Seguir a Cristo puede ser una especie de “caja de sorpresas” donde solo se vive y se experimenta el momento a momento. El rey David decía: “Tu sustentas mi suerte” -Salmo 16:5-. Pedro quedo anonadado en el preciso instante en que Jesús le dijera “con que tipo de muerte habría de glorificar a Dios” (Juan 21:15-19)
¿Acaso habrá pensado o respondido el: “Que bendecido soy”?
 Con el evangelio que practicamos hoy…¿qué respuesta hubiera salido de nosotros?
¿Un “amen”, espontáneo, cargado de euforia y contagioso para el resto?
……………………………………………………………………………………………
(Pretendo no aceptar respuestas sin una sinceridad explicita…Dios puede perdonarnos y “bendecir” nuestra honestidad!!!, por lo tanto, seamos coherentes con nosotros mismos. ..Gracias)
……………………………………………………………………………………………

-parte 2-
El apóstol Pablo nos decía “que es necesario que a través de MUCHAS TRIBULACIONES entremos en el reino de Dios” -Hechos 14:22-, y con palabras como esta, nos dice la escritura, CONFIRMABA EL ANIMO de los discípulos en aquellos tiempos difíciles. ¿Has escuchado alguna predica al respecto?
¿Forma parte esto de “nuestro cristianismo” actual?
¿Cabe, en nuestra concepción actual del evangelio, ver a un “Esteban”, lleno del Espíritu Santo, apedreado hasta morir? (Hechos cap. 7) ¿Estaba el bajo una “bendición”, según nuestros conceptos?, (yo expreso un fuerte: ¡SI!…,pero… visto “con los ojos de Dios”!)
¿Nos genera “empatia” un “Jacobo” muerto a espada y un “Pedro” encarcelado y ultrajado por su fe en Dios? (Hechos 12:1-4) ¿Los héroes de Hebreos 11, de los cuales, se nos dice allí, el mundo “no era digno”? (11:38) ¿Qué piensas de ellos? ¿Eran, o fueron, “benditos”, o “bendecidos”?
¿Esta en nuestra imaginación conceptual de vida cristiana el poder correr “tal suerte”, o aun peor?; ¿Aceptaríamos de buen grado algo así como parte integral de nuestro ministerio y nuestro compromiso con Cristo…considerándonos, a la vez, “bendecidos”?
…………………………………………………………………………………………….
(A veces pretendo contar algo sobre los quebrantos a que he sido sometido y esto me resulta bochornoso. No encuentro receptividad en mis oyentes, y las palabras “rebotan” literalmente contra un “muro”, siendo este el concepto “bendecido”, moderno y popular en las congregaciones actuales, salvo raras excepciones.
No hay lugar para compartir sobre “azotes y disciplinas…de la cual TODOS han sido participantes…” -Hebreos 12:8-, pues pareciera ser esto no es relevante hoy dia, y que, los que “pagaron los platos rotos” fueron “los de antes”, los mártires de la iglesia primitiva. Palabras que fueron “borradas” de nuestro lenguaje seudo-espiritual contemporáneo, y, lo peor que nos puede acontecer hoy, es pasar por situaciones bajo los tratos divinos antes mencionados y a la vez pretender ser encuadrado en la categoría religiosa actual de “bendecido”…, concepto que raya en lo antibiblico, por lo superfluo y alejado de la realidad de lo que la palabra de Dios verdaderamente nos señala a cada paso. Jesús siempre demando fidelidad…¡hasta la muerte, inclusive!)
……………………………………………………………………………………………
Frente al “arranque” emocional de “empatia carnal” de Pedro, Jesús le confronto explícitamente, señalando de que “fuente” provenía tal consejo: ¡el infierno!
Y me pregunto…¿de donde vienen los conceptos actuales de “bendecido”?, ¿Poseen, acaso, el aval de TODA la escritura?, ¿O solo son pequeños “rayos” aislados y desmembrados de la perfecta “rueda” de la verdad do Jesús es eje, centro integral e inalterable?
Si nos movemos con conceptos vagos y difusos…¿Cómo no vamos a “escaparle” a los tratos de Dios?, ¿Quién los aceptaría hoy, como provenientes de El?. Acusaríamos al infierno de todo “problema” que nos tocara confrontar.
Aquellos mártires que menciona la escritura tuvieron la “suerte” de estar rodeados por un cuerpo de creyentes concientizados de “como venia la mano” y podían, entonces, enfrentar las situaciones mas difíciles con ayuda y apoyo incondicional de parte de estos. (ver Hechos 4:23-31; 12:5, etc.). Se exhortaban en medio de las crisis, las persecuciones y de los dolores mas grandes, porque tenían una concepción integral del evangelio de Cristo, sin aditamentos carnales que, llegada la hora de sufrir, les hicieran flaquear frente al desafío. (Ver 1º de Pedro 3:17 y 2:21)
(La porción mas dolorosa hoy quizás no sea el atravesar situaciones difíciles, bajo la “poderosa mano de Dios” o por las cuales el permita tengamos que confrontar en el dia a dia, sino que el dolor esta en no encontrar un hombro donde poder llorar y receptividad para las cuitas del corazón.
 Pero, aun así, ¡su Gracia ha de ser suficiente para llevarnos en victoria en Cristo Jesús!)
……………………………………………………………………………………………
-parte 3-

Es una rareza escuchar hoy dia “testimonios” sobre la forma en que Dios instituye disciplina personal sobre sus hijos y de cómo estos, así, son llevados a una vida de sujeción, muerte de la carne, obediencia, santidad, y demás virtudes que nos deben ser inherentes al estar “en Cristo”, confirmando esto el verdaderamente “SER HIJOS DE DIOS” (Hebreos 12:5-11; 5:8). “¡Marcados por Dios!” -Gal. 6:17-
Pareciera ser como que “ya hemos aprobado” todos los exámenes y que nuestra obediencia es completa. Y que así hemos pasado a la “categoría” de “bendecidos full-time”…y que las visicitudes difíciles de soportar, los tragos amargos y la cruz solo son para ser bebidos por aquellos a los cuales les podemos catalogar como “rebeldes”, _”indisciplinados”, o bien que están “bajo alguna maldición” (Isaías 53:4), porque hemos condicionado el evangelio de acuerdo al “éxito” temporal que este nos pueda brindar. Las verdades mas trascendentes han quedado relegadas y eclipsadas por cierto fanatismo religioso y una visión modernista de “la cosa”, donde pareciera ya no importar tanto el fondo de la cuestión en si, sino los resultados (aparentes) que obtengamos de manera rápida y eficaz para nuestros propósitos de expansión religiosa. La “carne” se jacta en sus logros (Santiago 4:16) pero el Señor, le resistira… (1º Cor.1:29)
¿Con que valores esta siendo formada nuestra conciencia cristiana, como para que esta no nos “patee en contra” el dia que enfrentemos los mayores conflictos, llámense estos “persecuciones, cárcel, azotes y aun la muerte misma”?
¿Con que fortaleza espiritual, que se haya hecho “vida de Cristo en nosotros”, habremos de confrontar al espíritu del Anticristo?
¿Con que disciplina, y ejercicio espiritual estamos preparando a nuestros hijos, a la próxima generación, que han de ser confrontados con mayores hostilidades de pecado y toda la sutil artillería satánica que amenaza este mundo, en una expresión cada dia mas asquerosa y prepotente?

-parte 4-
Un evangelio que no este plenamente identificado con Cristo y que nos halla “calado
hasta los huesos”, llevándonos así a una completa integración con sus valores y a jugarnos por estos hasta la muerte misma, es, por lo tanto, un “evangelio falso”, pervertido -Gal.1:7-.
Hoy se nos predica una verdad a medias, que resalta y motiva a buscar mas las bendiciones que al “Bendecidor” mismo, sofisticándola y adecuándola al deseo de la gente, que clama por una respuesta inmediata pero que no le comprometa demasiado. No queremos “lastimar” egos “susceptibles” con palabras crudas como: “Arrepentíos…”, soslayando la cruz con todas sus implicancias, como que esta no formara parte integral en el concepto de “discípulo de Cristo”, menoscabándola y relegándola a un segundo plano, como mero anecdotario bíblico e ilustraciones de un pasado digno de recordar, nada mas…
Se desluce y se desfigura así la imagen de Cristo, transformándola en una especie de “panacea” universal para los problemas transitorios de la humanidad. -1º Cor. 15:19-, y se espera en un Jesús que solo es “necesario y útil” para las cosas de esta vida…
Reunión tras reunión el creyente es motivado a buscar las “bendiciones”, sin recibir una adecuada formación que lo integre a Cristo de pies a cabeza, comprometiéndolo a fondo, full time, con todo lo relacionado a la vida que viene de y por el mismo Jesús, no dependiendo ya de las circunstancias externas, sino de una calidad de vida en el Espíritu, que esta muy por encima del “tener o no tener”, del “vivir o morir”, etc., etc., porque nuestro “verdadero Cristo” esta a sideral distancia de tantas cosas que a nosotros nos parecen prioridades.
-“Pare de sufrir”…gritonean algunos predicadores livianamente-.
-“¿Tiene problemas? ¿esta sin trabajo?, ¿Su esposa/o le abandono? Venga, tenemos la solución para sus conflictos”-.
 Es parte de la anunciación de “las buenas nuevas” hoy. Sin verdadero arrepentimiento, bajo la soberana convicción del Espíritu Santo, la gente pareciera aceptarlo de manera muy fácil y con un solo asentimiento de cabeza, nada mas, pasar ya a engrosar las filas de creyentes en las iglesias. Y así vamos…tras los “globos de fantasía” que nos sueltan los vendedores de “ilusiones”, los “manipuladores” modernos que pululan por doquier. -Jer. 23:16-; Lam. 2:14-
¡Por supuesto que fuimos BENDECIDOS EN CRISTO JESUS…!,
Pero reniego del concepto facilista, barato, mediocre, con que hoy catalogamos lo que esto significa, rebajándolo a la mera conformación con las “migajas” -los panes y los peces- que nos puedan caer desde la mesa del Señor y no con una identificación completa con El. -Gal. 2:20-
Esta es mi manera de ver las cosas….
“Al que le quepa el sayo, que se lo ponga”…y, de paso,
permítame preguntarle:
“¿Cómo le va, hermano/a?
…¿bendecido?

…………………………………………………………………………………………..
Mi profundo anhelo es que…
Dios, si…¡¡¡TE BENDIGA…y como a El le plazca hacerlo!!!
Que, de seguro, ha de ser… ¡CONFORMANDOTE A JESUCRISTO!
Este, dijo el Apóstol Juan, “es el verdadero Dios, y la vida eterna”
-1º de Juan 5:20-
Amen

……………………………………………………………………………………………
Carlos

martes, 16 de agosto de 2011

LA ANTíTESIS ENTRE LA CRUZ Y EL “YO” RELIGIOSO


-Primera parte-

Tomar la cruz, tal como lo señalara el Maestro, no es una simpleza ni es “morir por morir”, y nada mas, sino que conlleva una profundidad pasmosa e infinitamente importante  dentro del plan de redención de Dios hacia el hombre. Porque es precisamente esa cruz la que le genera “espacios” al Señor para llevar a cabo sus propósitos eternos. Nos dice en Hebreos 13:21 lo siguiente:
 “…os haga APTOS (Dios) en toda obra buena para que hagáis SU VOLUNTAD, HACIENDO EL EN VOSOTROS lo que es agradable DELANTE DE EL por Jesucristo;…”
Es haciendo El…lo que es agradable delante de El.
La religión basa sus principios completamente en forma opuesta: hace lo que le parece e ella que esta bien, creyendo, así, estar “asociada” a Dios …y brindándole “sus beneficios.
De ahí el gran antagonismo de siempre, la guerra entre “la carne y el Espíritu,” porque, así como la cruz le genera espacio a Dios, el “yo” religioso le desplaza. La cruz conlleva supeditación constante donde es dable darse, por consecuencia, el hacer la “voluntad directiva de Dios, y, por el contrario, el “yo religioso”, ha de moverse en la “permisiva”, dos cosas muy distintas entre si y de gran dificultad de interpretación en aquellos que son proclives a la desobediencia, siendo esta ultima de mucho riesgo y con final incierto.
La cruz anula planes y estrategias meramente carnales, es decir, del hombre mismo, mientras el “yo religioso” gusta en trazarse sus propias directivas, so pretexto de que …”son de, y para Dios”.
Ejecuta sus propios planes, creyendo, en su fuero interno, estar actuando correctamente. Es muy celoso de lo que hace, y mas aun, cuando las cosas le salen bien…
“Hay caminos que al hombre le parecen derechos…” -Proverbios 14:12-
La cruz permite la expresión de la verdadera humildad, la que caracterizaba a Cristo, y hacia la cual somos invitados -Fil. 2:5 al 8-.
El “yo religioso” a veces intenta manifestarla, pero cae en evidencia…
Es autoritario y se mueve imponiendo una especie de “temor religioso” hacia quienes no comulguen con sus ideas, apremiando sicológicamente para así mantener su liderazgo, elogiando sus ideas, exaltando sus planes, magnificándolos, ponderándolos sobremanera, y haciéndolos pasar como provenientes del cielo mismo.
Se adora a si mismo…Anhela se gire en torno a el, y suele dolerse de que… la gente se “vaya tras Jesús” -Juan 12:19-.
Un “muerto en Cristo”, por lo contrario, se goza en menguar y que las personas corran tras el Señor, hasta ser “atrapadas,” literalmente, por Cristo mismo. El dijo: “y yo, si FUERE LEVANTADO DE LA TIERRA, A TODOS ATRAERE A MI MISMO” -Juan 12:32
Un “muerto en Cristo,” al igual que su Maestro, será un “liberador, rompedor de cadenas humanas, trabas religiosas, conceptos de lo que la mayoría cree es el evangelio; identificado plenamente con Cristo, dependerá y derivara todo hacia El.
Rompe con los moldes y los yugos de la religión y forja los del amor, en el cual “no hay temor,” do Jesús es el centro.
No “ata” a nadie en pos de el, “no busca lo suyo” (1 Cor.13); siempre señala hacia Cristo -Juan 1:36-
y no hacia si mismo o hacia su propio “ministerio”, como si este fuera el centro, el eje, sobre el cual giran todas las cosas…
Como el “yo religioso” hará resaltar “su trabajo”, menospreciara el de otros. Saca dividendos de la competencia, por esto exaltara sus logros como parte del merito de haberlo llevado a cabo. Evitara el riesgo de exponer mucho a Cristo, porque este no es popular al gusto refinado de la época en que vive, ni desea correr riesgos de que la gente se vaya en pos de El. ¿Que hacer…de quedar solo?
Cristo es, por excelencia, el gran liberador, y si las personas le descubren serán emancipadas de toda esclavitud. Dejaran de servir como simples “prosélitos” y podrían llegar a ser “discípulos”, adoradores del Padre en “espíritu y verdad”, que es, precisamente, el objetivo Divino…-Juan 4:23,24-
…………………………………………………………………………………………………………

-Parte 2-

El apóstol Pablo luchaba incansablemente para “que Cristo sea formado en sus receptores”, y, por el contrario, el “yo religioso” bregara para que “sus ideas” se plasmen en sus oyentes, aquello que el considera es el plan de Dios, y no es otra cosa mas que sus propios desvaríos doctrinales. Al no estar plenamente centrado en un Cristo vivo, es imposible transmita vida, sino sus propias concepciones de lo que el considera “es el evangelio”.
Hay una marcada diferencia entre ser un simple seguidor de “las ideas” de Jesús, a ser su “discípulo.
El seguidor de ideas vuela sin autonomía propia y solo lleva a cabo las expresiones externas que le vienen llegando de otros. El discípulo vive en alerta constante, escuchando la voz del Espíritu y, bajo su guía, el Padre ejecuta su voluntad a diario. No esta “preso” de los sistemas que le pretende imponer el hombre, pero si es un “esclavo de Cristo”
El “yo religioso” es autodidacta. No disfruta ni comparte verdadera comunión “en el Espíritu” con otros creyentes, creyendo su “grupo” es el mejor y todos sus esfuerzos apuntan a manifestarlo. Marca pautas de obediencia a su liderazgo y quienes no comulguen con sus ideas se transforman en sus enemigos, no admitiendo que alguien pueda superarlo. No forma “cuerpo”, solo “estructuras humanas”, andamiaje “piramidal” y con estandarte cristiano como mera expresión de esta comunidad. Cristo no esta ni reina en estos lugares. -Apoc. 3:20-
Jesús es La Palabra por excelencia y en estos espacios no hay libertad de expresión de la misma, todo esta condicionado por el hombre, so pretexto de esta manera “guardar las formas”…
El “yo religioso” lleva la voz cantante y no admite ser cuestionado ni llevado al análisis corporativo, como se nos dicta en 1 Cor. 14:29, siendo, entonces, sus ideas las que prevalecen por encima de toda opinión, tal como si Dios hablara solamente por labios de el, transformando el ideal divino de iglesia en un “cuerpo” con múltiples cabezas y un “Señor” muy distante que pareciera no irrumpir en la vida cotidiana y particular de cada creyente en forma explicita, dando, dia tras dia, una palabra “viva y eficaz…” -Heb. 4:12-
Si Cristo mismo le confrontara por boca de alguno de sus hijos, de cierto le resistiría, pensando, en su fuero interior, esto proviene del “enemigo.
El “yo religioso” resiste a la cruz no doblando su cerviz ante la invitación del Maestro, evitando así la escuela de la disciplina “de la cual todos han sido participantes” (Hebreos 12) y el camino del quebranto.
Puede vivir bien y nada le entorpece, y, si hace cosas con ostentación y opulencia, cree solo estar manifestando la manera en como Dios le bendice. No posee un parámetro interno y refinado que le haga ver las cosas como de verdad son y lo escandaloso de sus actitudes.
Se mueve en una especie de “libertad de manejo” que da las pautas de que no es “controlado” por nadie, ni aun por Dios mismo. Lo que transmite lo evidencia. Es efusivo y arremete con toda suerte de proyectos que se le presenten por delante, teniendo a varios “obsecuentes” que le secundaran en sus propósitos. No hay ninguna especie de “freno espiritual” en sus proceder…
Predica un evangelio “Light” y, como grano de trigo sin el debido proceso de “muerte” en tierra -Cruz-, no puede hablar de vida de resurrección en Cristo, (Juan 12:24,25) y solo se codea con otros “granitos” que sufren la misma condición y así permanecen “juntos” en la preciosa bolsa que los contiene llamada “religión…”
Fueron hechos granos por la regeneración pero ahora especulan en las palabras del Señor: ¿“Morir”…?
Y se cuestiona:
 -Ahora que he sido liberado del grosero pecado y que puedo disfrutar la vida…¿morir?-
Una mano en el arado…la otra sobre el yugo del mundo…
Un ojo en Cristo…el otro sobre si mismo…
Acaso -piensa, supone- ¿no era la cruz solo el puente que me comunicaba con la vida…y que me ponía en “buena relación” con Dios?
El “yo” se debate frente a la encrucijada, esta colocado entre la espada y la pared. Titubea…y al fin exclama alguna de estas dos aseveraciones:
“Dura palabra es esta…¿Quién la puede oír?” -Juan 6:60-
O bien…”Señor, ¿a quien iremos…?
¡¡¡Tu tienes palabras de vida eterna!!!” -Juan 6:68-
(Señor…¿mas decepciones?...¡No!...estoy harto de ellas…
prefiero morir contigo que vivir mil días sin Ti!!!
Señor…, ¡contigo¡…¡hasta la muerte!)
………………………………………………………………………………………………….


-Parte 3-


El “yo” religioso es hiperactivo y, por lo tanto, aborrece permanecer largos periodos en “santa quietud” ante la presencia de Dios. Basa sus iniciativas en algunos conceptos bíblicos y no puede estarse “quieto” porque no ha “muerto” en Cristo. Es completamente impaciente y, aunque trata de disimularlo, cuando algo se le ocurre y su imaginación arranca, corre a ejecutarlo. No espera ni consulta, quizás por temor a ser cuestionado, refrenado o reprendido…
Se apoya, entonces, en sus propios dichos y “declaraciones” que le son propias. Marcha en pos de las ideas que su corazón le ha determinado, pues todo lo cree proveniente de Dios. No hay un autoanalisis profundo, (Lam. 2:14; Jer.23:21) en su fuero interno, pues carece de verdadero temor de Dios.
Sus oraciones mas que todo son ordenes que expresan sus anhelos de un cierto triunfalismo terrenal; no construye sobre valores eternos. Solo desea que lo que ha determinado, se cumpla. Al fin y al cabo, considera, todo lo hace con esfuerzo y para la “gloria de Dios”. Por eso no lo ve mal y, absorto en sus proyectos, corre y vuela hacia ellos. En su imaginación cree, quizás con mucha sinceridad, estar conectado con el cielo mismo y que todo el ejercito celestial aplaude sus resoluciones. Se aferra a promesas que el ha interpretado le son propias (sin el contexto adecuado), y arremete hacia delante…
Esconde todo su proceder bajo un “manto de piedad” con el que pretende encubrirse y siempre tendrá a quienes le apoyen y le incentiven, siempre creyendo, según el, ha cumplido con todos los requisitos para llegar a estar bien posicionado en las esferas religiosas contemporáneas. Su currículum así parece demostrarlo: graduaciones, seminarios, historial eclesiástico, “buenas obras”, buen ingreso económico, status ministerial, etc.
Considera que estar 5 minutos de reposo ante “su” Dios ya es suficiente y mas que esto es perdida de tiempo. Ni mencionarle de tomarse un retiro a solas con el Señor de uno o mas días, pues no soporta la soledad mucho tiempo…
Suple con la acción cualquier falencia posible y encuentra en el “hacer” la expresión de su cristianismo, evaluando muy bien las metas alcanzadas.
Conocimiento de Cristo y una ardiente abnegación de ampliar este, no le son compatibles. La cruz le es un vallado aparentemente insuperable y la sortea con agilidad. Detesta en estas cuestiones el “hilar fino” porque le “chocan” y amenazan con robarle popularidad…
Anhela sus seguidores le imiten, emulando al apóstol Pablo, pero se “queda corto” en profundidad…De afuera, hay cierto parecer…
Que le imiten, eso si, pero sin superarlo, entiéndase bien…El es el “techo” del lugar y la promoción de su figura marca hasta donde les esta permitido llegar…
El “yo” religioso no admite, en sus conceptos internos, a un Cristo que pretenda gobernarle hasta lo máximo, hasta en los mas mínimos detalles, y así estar en sujeción constante, minuto a minuto. Lo imagina a esto como a una gran prisión que ahogaría sus planes.
Tal posición y “encadenamiento” no tiene cabida en su imaginación y en los conceptos que el tiene del cristianismo. A su manera, entonces, co-gobierna con un Señor que parece permitirle tal manera de vivir.
Por un lado, toma ciertas cosas de la Palabra de Dios y las lleva a cabo, mientras por el otro, es el quien determina que hacer, trazando sus propios planes en medio de un constante mover religioso…
No tiene mas intimidad con el Amado que lo que esta aparente co-gobernabilidad le confiere. Cristo no imparte sobre el una constante guía bajo los dictados de su Espíritu -Rom. Cap. 8-
Su concepto de cruz es permanecer en cierta medida apartado del mundo y mantener una moralidad aceptable a su entorno, pero siempre manejando el esos dictados interiores que le motivan a la acción. Cree que al dar estos pasos, en una especie de “acomodamiento religioso”, esto le faculta y lo compatibiliza con el carácter Divino. La auto negación de su voluntad y el constante sometimiento a Cristo le son áreas desconocidas. No tiene una “marca”, de un estado de crucifixión conjuntamente con Cristo, -gal. 2:20; 6:17- en ninguna parte de su ser y su “ego” permanece “vivito y coleando”…
…………………………………………………………………………………………………………

-Parte 4-

Es imposible, entonces, pueda ser un canal de expresión de la vida de Cristo. Si, hay mucho “ruido” causado por el chirriar de los ejes del inmenso carro de la religión establecida, intentando tomar lugar y posicionarse en este mundo como referente de Dios, pero todo el aparato junto no destila una sola gota de “rocío celestial” y se va en diatribas sobre como mejorar la vida del hombre soslayando el “nuevo nacimiento” por virtud sobrenatural y como expresión de una iglesia viva y en plena comunión con el Altísimo, tal cual lo observamos en el libro de los Hechos.
Pero si vemos lugares colmados de -la mayoría-, simpatizantes de un evangelio sin mayores demandas, donde es dable observar como el “ego” es acariciado y manipulado por propias conveniencias. Lugares donde se establecen costumbres, conceptos, que se creen son el evangelio pero nada tienen que ver con el Cristo de la Gloria ni con sus demandas tajantes y sin aditamentos carnales que adulteran la “leche y la comida espiritual”
¿Que comunión, entonces, pude existir entre quienes abrazan la cruz y quienes la han relegado a un segundo plano?
Hay una abismal distancia entre ambas posturas e imposible de remediar por el hombre, por mas buenas intención que se puedan tener. Quien esta colocado sobre la cruz no negociara valores y buscara permanecer en tal posición hasta el fin, que es lo que su Cristo le demanda. ¡Su Padre celestial cuidara de el y ha de llevarle de “triunfo en triunfo en Cristo Jesús”!
Es solo en la cruz donde se termina la vida del “ego”. Allí acaban las poesías, los sueños propios, los objetivos meramente humanos, por mas piadosos que parezcan lucir. Allí no hay negociación que valga. Dios no admite rivales ni pleiteara con “egos” en declarada rebeldía, ya que el no admite en su seno voluntades personales que entorpezcan en su obra.
En la cruz se “muere de verdad”.
 No se admiten los simples “desmayos” transitorios ni hay simulación que pretenda engañar a quien rige los destinos del hombre. Tampoco es la cruz una simple referencia histórica de un hecho del pasado, esta en plena vigencia, y permanecerá hasta que toda cuestión espiritual sea dirimida por el gran Juez:¡Jesucristo!
Soslayar la cruz implica altísimos costos eternos… ¡y el ser dejado de lado y no participar de la misma puede significar no ser hijo¡
No se logra “semejanza” de Jesús sin ella, porque de lo contrario, el ego seguirá siendo ego por la eternidad, por mas aditamentos religiosos que coloque sobre su cabeza.
Los hombres podrán “beatificar” egos, Dios los crucifica, haciéndolos así UNO con Su Hijo Jesucristo. Sin esto, los egos siguen siendo “variados y dispersos” e inhabilitados para entrar en armonía con los planes de Dios.
Por esto Jesús dijo: “El que ama su vida, la perderá; mas el que pierde su vida por causa de mi, la hallara.”
 Es por lo tanto, la cruz, la única formula bíblica para entrar en una vida de resurrección, pasando por una “muerte conciente” donde todo lo “vivo” (fuera de Cristo) es llevado a proceso de aniquilación. No se muere “a medias”. Jesús murió  totalmente …pero también “resucito” totalmente. Y…”aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia” -Heb. 5:8-
Los santurrones de turno le miraban “como azotado por Dios…” -Is.53-
A los “yo” religiosos de aquella época no les “redituaba” la postura de Jesús porque no era, ni se hacia, parte del sistema implementado por el hombre, que pretendía arbitrar la relación del mismo con Dios. Les dejaba seguir montados en su imponente “carro” de doctrinas y de ceremonias vacías y El proseguía su camino, “endureciendo su rostro para ir a Jerusalén”…
Les dejo anonadados y estupefactos, y, muchas veces, sin la respuesta que ellos esperaban…
 Jesús no entraba en el manejo psicológico de los jerarcas de turno, tenia una misión que cumplir y hacia ella iba…
En la cruz no hay “planes futuristas”…solo se experimenta el “momento a momento”, ya que allí no nos pertenece ni el próximo instante. Solo Dios lo determina y no me es dado el curiosear el horizonte con optimismos pasajeros. Si tengo un seguro punto de apoyo para mi visión: ¡Jesús!
Y el poder que de El emana con vida resucitada me llena de esperanzas y se que no será en vano todo este sufrimiento. El apóstol Pablo mencionaba que “es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de los cielos”, y no se equivoco ni nos mentía. Lo escribió bajo la preciosa guía del Espíritu Santo.
Sobre la cruz se yergue una Voluntad Soberana que en vez de “transar” nos aplasta, nos aniquila, y denuncia todas las pretensiones del “yo” religioso, aun las mas aparentemente piadosas y refinadas que este susodicho levante a su favor. ¡Esta sentenciado!
“Si alguno tiene oídos para oír, oiga”
Bendiciones
…………………………………………………………………………………………………………