"Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder"

“PORQUE EL REINO DE DIOS NO CONSISTE EN PALABRAS, SINO EN PODER”

Es importante, para el cristiano, el tener cuidado en el hablar mucho y, quizás, no tener “respaldo” (poder del cielo), para sustentar lo dicho con la boca.

Es imperioso “medir” las palabras y analizarlas previamente en nuestro espíritu, para ver si hemos de tener, en las tales, el respaldo de vida que las avale. Nuestra palabra debe tener “cobertura” Divina y no deberíamos hablar lo que no podrá ser sustentado con el tiempo y con el ejemplo, con la debida consubstanciación con lo dicho.

Nuestras palabras son como “cheques” librados al portador y nuestro oyente un dia pretenderá “cobrarlos,” siendo nuestra vida misma el “banco” que debe respaldarlos. Es bueno que la persona que ha de recibirlos cuente con cierta “garantía” de confiabilidad…

Las “palabras vacías” serán igual a cheques “sin fondo” (“Voladores”, se les dice en Argentina); por esto a veces es saludable el permanecer callados…

“EL QUE GUARDA SU BOCA GUARDA SU ALMA; MAS EL QUE MUCHO HABRE SUS LABIOS TENDRA CALAMIDAD” -Proverbios 13:3-

“EL QUE GUARDA SU BOCA Y SU LENGUA, SU ALMA GUARDA DE ANGUSTIAS” -Proverbios 21:23-

Recordemos que una de las virtudes del Espíritu que nos fue dada es la de “dominio propio”-2 de Timoteo 1:7-

Solo podré “defender” algo en la misma medida en que este comprometido con ello, en que este dispuesto a “jugarme” el todo por el todo en lo afirmado con mis labios. Analizándome interiormente, podré auscultarme en presencia de Dios y ver hasta donde estoy capacitado para firmar mis dichos con mi propia sangre, llegado el caso, no vaya a ser cosa que me comprometa y luego “arrugue” el pellejo en la “patriada” y me vuelva atrás, avergonzado, tal como le ocurriera al apóstol Pedro ( el “genuino Apóstol”; lo recalco porque hay tantos por ahí…!),  cuando le dijera a Jesús: “Mi vida pondré por ti…”. (Aquí tenemos un ejemplo de lo que es hablar “a la ligera”)

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Hay una anécdota jocosa que he escuchado por ahí y que cuenta lo siguiente: “En cierta ocasión en que el entonces presidente Perón estaba expresando un discurso desde los balcones de la casa rosada, en mi país, y frente a una multitudinaria concurrencia que atiborraba la plaza de mayo y enfervorizada gritaba: “LA VIDA POR PERON”…”LA VIDA POR PERON”…el general tomo una pluma de su sombrero y, frente a las cámaras de televisión que transmitían el evento al mundo entero, dijo lo siguiente: --“Muchachos…los veo muy compenetrados con nuestro partido y vuestro fervor me habla a las claras de vuestro compromiso y vuestra fidelidad a la causa, y, para que el mundo entero vea y comprenda esto que les digo y veo en vosotros, les vamos a demostrar aquí y ahora vuestra total fidelidad hacia mi persona. Voy a tirar esta pluma al aire y, aquel sobre cuya cabeza caiga la pluma, será fusilado inmediatamente y demostrara que vuestro fervor es autentico y genuino, y todo el mundo sabrá de vuestro compromiso, y que es autentico vuestro  dicho de dar la vida por mi. Dicho esto arrojo la pluma, que vino haciendo los zigzag que la suave brisa  acompañaba  en su caída. Al llegar esta a centímetros de las cabezas donde debería caer, y mientras la multitud seguía gritando “LA VIDA POR PERON”, los mas próximos a ser los receptores de dicha pluma, acompañaban su cántico con UN FUERTE SOPLIDO HACIA ARRIBA expulsando así la pluma hacia otros sectores de la concurrencia…!”

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El “tomar la cruz”  e ir tras los pasos de Jesús me condiciona para ser veraz, porque ella me quita “apegos” terrenales que podrían motivarme a la traición. Mucho se puede “sospechar” de quien es ligero para emitir palabra. El libro de Proverbios declara esto: “En las muchas palabras no falta pecado, mas el que refrena sus labios es prudente” -10:19-

Jesús fue un clásico ejemplo en como se debe y se puede vivir en un santo equilibrio verbal. Supo callar en el momento oportuno, cuando todo a su alrededor parecía indicar lo contrario y que, lo mas conveniente, era esgrimir una tenaz defensa. Su entorno le coaccionaba a realizarla, mas El… enmudeció!

Muchas veces hablo a riesgo de su propia vida (aunque esta ya estaba en juego y ofrendada al Padre, y por nosotros), provocando la furia de sus oyentes, cuando lo “aconsejable” era haber callado. He aquí a alguien que no tenia “en si mismo” que defender, sino que se sustentaba por el Padre y solo decía lo que había escuchado decir a El -Juan 12:49, 50-; -14:10-, y decía: “Según oigo, así hablo”

Lo que sale de nuestra boca…¿de quien es? ¿A quien escucho?, ¿Con quien mantengo intima comunión y privacidad y así adquiero valores como para emitir palabras (cheques) con respaldo celestial?

¿Para que “banquero” es mi labor?, ¿Dónde esta “mi tesoro”? ¿Trabajo, al unísono, para dos “señores? Jesús dijo que no se puede!

“De la abundancia del corazón habla la boca”, dijo El. No se puede laborar para el cielo con el corazón mientras con la boca se libran cheques para el infierno! Es imposible en el orden espiritual esta dualidad!

Jesús dijo un dia: “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si YO HABLO POR MI PROPIA CUENTA. El que HABLA POR SU PROPIA CUENTA, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, este es verdadero, y no hay en el injusticia” -Juan 7:17,18-

Es decir, quien habla “por su propia cuenta” -en lo espiritual-, es un farsante y presume de avales que no tienen respaldo del cielo! (Fil. 2:21); Quizás utilice el “prestigio” de Dios para agenciarse ganancia y halla formado su propio “banco” a expensas de la credulidad de la gente, pero…su negocio “marquetinero” un dia será “clausurado” por el Rey de los banqueros y será acusado de estafador…

El que “busca la gloria del que le envió” no necesita propaganda humana y, menos que menos, pretenderá “quedarse con algún vuelto,” pues ya ha hecho una decisión profunda en su corazón y sabe que todo lo tiene a titulo de “préstamo”

Su único deseo es “menguar”, para que Cristo se exprese;  cree no ser nada, para que Cristo lo sea el todo. Pende de una cruz y, desde esa óptica, se ve imposibilitado de entrar en sucios negociados. Su naturaleza “murió” y con ella sus deseos de avaricia y popularidad, deseando permanecer ajeno a todo manoseo, manipulación y toda forma soez de pecado que pudiera presentársele en su camino.

Habla solo lo que escucha de su Padre y lo concerniente a su Reino, sin añadirle un ápice de su propia elaboración casera. Vive en el temor del Señor. Su meta siempre es Cristo, vive por El y para El -Gal. 2:20-, y, en esta postura, no hay vanagloria humana que le desvié. La tiene por “basura…para ganar mas de Cristo”-Fil. 3:8-

A este tipo de obreros no los califica el mundo ni se regulan por la opinión del hombre -Gal.1:10-, sino que ya han sido “calificados” por su Señor, al decir El: “…este ES VERDADERO, Y NO HAY EN EL INJUSTICIA” -Juan 7:17,18-

CONCLUSION:

Solo podré ser vocero de Dios con la cruz a cuestas, pues ella marcara de que lado estoy “en los negocios”

Dios no tiene “socios”, solo tiene hijos que le obedecen y hacen su voluntad. El no comparte su Gloria ni permitirá ser robado por siempre, no hace lazos con “ego” alguno, y Jesús lo recalco al decir: “gloria de los hombres NO RECIBO” -Juan 5:41-

Solo a través de la cruz es vencida esa tendencia que tenemos por dentro de ser estimados y escuchados, y solo por ella se rompen los lazos que nos atan a tantas cosas que, en definitiva, son las que nos separan de Dios y nos impiden servirle con absoluta fidelidad. Sin ella, en muchas ocasiones, nos hallaremos SOPLANDO LA PLUMA PARA ARRIBA…!!!

”El reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder”: ¿Qué tipo de poder? ¡Carácter de Cristo!, toda la postura de Cristo frente al mundo, frente a los religiosos de ocasión, frente a todo el imperio satánico que pueda cruzársenos en el camino.

PODER de una vida RESUCITADA, INVENCIBLE, VICTORIOSA…¿Por qué creemos que el apóstol Pablo (el “verdadero”) escribió Filipenses 4:13?

Alguien dijo: “El hombre es dueño de lo que calla, y esclavo de lo que dice” ; “Si no tienes nada que decir, pues…no lo digas!”; “No hables si no puedes mejorar el silencio”, etc., etc.

No digamos palabras que tengan “vaciedad”, sin contenido celestial. No hablemos para “rellenar” un espacio, porque no hay otra cosa que decir o hacer. Es saludable no empeorar los momentos del silencio…Dios nos hablara mucho en los tales!

Sujetémonos al Señor, permitiendo su señorío sobre nuestra lengua. El ha de responder por nosotros en muchas ocasiones, y, así como todo el aval del cielo estuvo con Jesús, estará también con nosotros!

“Mas yo os digo que de toda PALABRA OCIOSA que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el dia del juicio; porque POR TUS PALABRAS serás justificado, y POR TUS PALABRAS serás condenado” -Mateo 12:36,37-

Bendiciones!

Carlos