viernes, 4 de marzo de 2011

“EN SU VOLUNTAD… O EN LA MIA?” -Parte 1-

Jesús nos dijo un día:


“NO PUEDO yo hacer NADA por mi mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, PORQUE NO BUSCO MI VOLUNTAD, SINO LA VOLUNTAD DEL QUE ME ENVIO, LA DEL PADRE” -Juan 5:30-


Observo, dentro de la corriente del pensamiento cristiano, dos variantes teológicas respecto de lo que significa “hacer la Voluntad de Dios”
Esto es algo que siempre ha bullido en mi interior y hoy tratare de enfocar esta cuestión que, según creo, es de fundamental importancia para nuestras vidas, y, con mas drasticidad aun, para nuestro futuro con vistas al día en que seremos Juzgados por el Señor, frente a Aquel que, repetidamente, apunta a las iglesias de Apoc. Cap. 2 y 3 :”YO CONOZCO TUS OBRAS”
Pienso que todo este asunto se resume en un punto muy importante que nos define por completo, al comprometernos, desafiarnos, identificarnos y calificarnos, (espiritualmente hablando), con lo que hago con LA CRUZ!
 Escapa a nuestros ojos el saber a ciencia cierta lo que sucede en otros corazones al respecto; solo lo ojos de Dios definirán ”la paja del trigo”. Jesús nos dice: “dejad crecer lo uno y lo otro juntamente…”
(pero esto no excluye que podamos emitir nuestros conceptos y expresar nuestra opinión de lo que consideramos una verdad)
La manera en que seamos expuestos a la luz y mi reacción cuando soy confrontado con la cruz han de marcar en mi interior que tipo de cristiano soy. Mi honestidad para conmigo mismo me tiene que ayudar en la definición. “El que tiene oídos para oír…”
A partir de ahí ya no queda mucho por discutir. Quien ha tomado la cruz  vivirá bajo la subordinación y subordinacion a Cristo, buscando en cada paso agradarle y no hacer cosas “por su cuenta” sino lo “que VE HACER a su Maestro”. “Si alguno me sirve, sígame; ( no: “seguí”… tus principios, tus caminos, como te parece mejor), y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor” -Jn. 12:26-
Quien no toma su cruz, por ende, vivirá el evangelio bajo sus “propias normas” de elección y trabajo; se “seguirá” a si mismo, al seguir “sus propios dictados” internos y que, según su pasión le genere, podrán ser los resultados obtenidos. Solo que…“la obra de cada uno será probada por el fuego -1 Cor. 3:13-
Veo hombres que se manejan a “sus anchas”, como habiendo obtenido una “franquicia” en los “negocios” de Dios. -Luc. 2:49-, y que pregonan a los cuatro vientos los triunfos en sus respectivos ministerios, pero, a la vez, veo en ellos una “lejanía” pasmosa respecto a la cruz! Algunos se enojan cuando son confrontados, como si esto fuera un “invento” nuestro para “jorobarles” la vida! O acaso no fue Jesús quien dijo esto: “El que no toma su cruz, NO PUEDE ser mi discípulo”?
De donde salio la idea? ¿Nació de Dios? ¿Entonces…?
Es por ello que, en mi caso, no los escucho predicar sobre ella y sobre sus beneficios de liberación! Ni la toman como “eje” sobre el cual gravitar constantemente (“…cada día”) en la practicidad de sus vidas de entrega a Cristo y servicio desinteresado, expresando la virtud de la que nos habla Pablo en sus cartas. Por ejemplo en Gálatas 6:14 el apóstol nos dice lo siguiente: “Pero lejos este de mi gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mi, y yo al mundo”
Esto es un canto de libertad glorioso de lo que produce Jesús y la cruz!
Dichos ministros mencionados con anterioridad, inclusive, por la manera en que se manejan y administran “las cosas santas,”  dan la impresión que, de ser cuestionados abiertamente, harían manifiesto que, mas que tomar la cruz, se han convertido en “enemigos de ella” -Fil. 3:18-
Que es lo que los “denuncia” al respecto? Pues que, analizando lo que dicen y hacen, se les nota que no tienen el “testimonio en si mismos” de estar “crucificados juntamente con Cristo.” -Gal. 2:20-
Si observamos hacia donde “apuntan” en sus predicas vemos que van hacia un final especifico que no es precisamente darle la gloria solo a Dios, sino también sacar un poco, (o mucho) de rédito propio; es decir, hablan sobre la Palabra - y a veces, como ya lo dije, con mucha pasión humana-, pero todo el contexto de la predicación  es acrecentar sus propios estándares de vida y sus ministerios. Si, tendrán “apariencia de piedad” muchas veces, pero “negaran la eficacia de ella” -2 Tim. 3:5-
Es que no se puede practicar la “piedad” que,  según el diccionario, es: “Virtud que inspira, por amor a Dios, devoción a las cosas santas; y, por amor al prójimo, actos de abnegación y compasión” (Pablo le exhortaba a Timoteo a “desechar las fabulas y a ejercitarse para La Piedad” -1 Tim. 4:7-; y que también “la doctrina cristo-céntrica  es CONFORME A LA PIEDAD” -1 Tim. 6:3-)
Sin cruz no habrá un “desprendimiento” de total generosidad hacia mi prójimo, al no haberla, en primera instancia, a Dios. Al no poder “practicarla”, “negare la eficacia de ella”! Sin cruz no hay “entrega de mandos” en mi corazón; no puedo “servir a dos señores;” sin cruz seguiré “amparado a los fueros” que mi carnalidad y autoridad meramente humana imponen. No podré ser completamente honesto, pues siempre algo de mi reclamara ser “defendido” a rajatabla!
Pablo decía:”Y yo con el mayor placer GASTARE LO MIO, y aun YO MISMO ME GASTARE DEL TODO POR AMOR DE VUESTRAS ALMAS…”-2 Cor.12:15-
Esto es verdadero cristianismo-virtud en acción!!!
Quien no pasa por la cruz siempre tendrá “reservas”, áreas ocultas que mantendrá exentas de salir a la superficie. Tendrá ciertos “manejos” de “la cosa” (ponle el titulo que quieras) escondido a los ojos de los demás, pero… no será ni podrá ser “transparente” en sus actos, y menos en el área económica. Pero no podrá ocultarse a los ojos de Dios!!!
Jesús no se manejaba haciendo “planes” ni “soñando” cosas amparado en textos del Antiguo Testamento, no, El decía: “Lo que veo hacer al Padre, eso hago;” “Yo hago siempre lo que a el le agrada”, “Mi comida es hacer La Voluntad del que me envió”, pero, como ya he dicho, no andaba “tirando” textos bíblicos “al voleo” ni amparándose en fuero alguno. Vivía en una continua dependencia y sujeción al Padre, las veinticuatro horas de cada día, y, por consecuencia, la voluntad divina ere desarrollada en el en forma constante!
El “comía” dia a dia de lo que el Padre iba predisponiendo a través de el, y nada le tomaba por sorpresa ni nada le acontecía “por casualidad,” y podía pararse y decir con toda autoridad: “Hoy se ha cumplido esta escritura delante de vosotros”!
Me pregunto, como para terminar esta primera parte: ¿Buscamos esa voluntad de Dios de la misma manera en que Jesús la buscaba y era su alimento? ¿Estoy supeditado a Dios, dia tras dia, a la espera de sus ordenes? ¿Me satisface esto o me desespera? ¿Soy incitado al movimiento y a la acción en busca de recursos para hacer yo el evangelio? ¿Es con ejercito…con espada…o CON SU ESPIRITU???

-fin parte 1-

No hay comentarios:

Publicar un comentario